Hace unos días teníamos una conversación sobre maternidad muy interesante con unos amigos. El caso es que uno de ellos (no voy a decir quién de los dos) está deseando tener un bebé y su pareja todo lo contrario. En un ataque de sinceridad (quién me conoce sabe que siempre me he pensado muy bien las cosas antes de hablar y que en general siempre he sido muy comedida) les conté mi experiencia.
El caso es que desde que soy madre ese filtro que os comento que tenía ha desaparecido! suelo decir más lo que pienso así sin adornos y eso (me he dado cuenta un poco tarde) no está del todo bien. Cuando tengo que hablar de maternidad no puedo contener esa vena de sinceridad que me sale. Siento mucho si os he asustado chicos pero así de intensa es la maternidad y al menos yo, no voy a disfrazarla. Creo que es una experiencia que cada uno tiene que vivir, puedes escuchar y ver lo que tienes alrededor pero las conclusiones saldrán de vuestra experiencia propia.
La maternidad es una etapa que te cambia la vida! y quién diga lo contrario miente. A mí me ha cambiado, y tengo que decir que me pilló un poco desprevenida, la idealización de la maternidad y todo lo bonito que me esperaba una vez tuviese a mi bebé en brazos poco tuvo que ver con la realidad.
Se necesita tiempo para asimilar todos los cambios que llegan con nuestro bebé! se necesita mucha ayuda de «la tribu», esa palabra que alguna vez leí antes de ser madre y que no entendí muy bien hasta que necesité que alguien hiciese la comida por mi, que alguien se hiciese cargo del bebé por momentos para poder darme una ducha, descansar, lavarme el pelo, etc,etc. Se necesita tiempo para adaptarte a tu bebé y éste a ti (4 meses de baja maternal es DEMASIADO POCO), se necesita mucha paciencia y cariño entre los que te rodean porque tu, tu cansancio y tus hormonas van por libre.
Esto no quiere decir que no haya cosas buenas, por supuestísimo que las hay lo primero es dar vida a un ser maravilloso y ver su evolución cada día, sentir ese amor sin límites y por supuesto ver que con tiempo y cariño todo se vuelve a reconstruir y a tomar su sitio y espacio. No es un drama papis y mamis pero uno tiene que ser consciente de todo ello y prepararse (nosotros mismos, familia, amigos…) antes de la llegada de nuestro bebé.
Desde ese momento en que lo tienes en brazos por primera vez, ese momento que nunca olvidarás! ahí empieza el aprendizaje continuo, ahí empiezan a surgir las dudas, los miedos, los desafíos, sobre todo si eres mami o papi primerizo. Puedo decir a día de hoy, que la maternidad me ha llevado a dar lo mejor y peor de mí misma, que me ha hecho superarme cada día y me quedo con que es una experiencia (con lo bueno y menos bueno) que no cambio por nada del mundo.
Me salto unas cuantas etapas para llegar a la que nosotros estamos viviendo ahora.
Los tres años
Te diré que si tienes un niño de 3 años, sabes que, algunos de los desafíos asociados a la crianza de un niño de esta edad a veces pueden ser difíciles y frustantes. Salir de casa en el momento que decides salir de casa ya es un bonito recuerdo del pasado. Ahora cuando dices «nos vamos!) mi hijo necesita encontrar tres coches diferentes que a saber dónde están escondidos, ir al baño una vez más, o cambiarse la chaqueta porque no le gusta porque es martes. En ese momento es difícil pararse y disfrutar… sin embargo, sabemos que esto es temporal, así que respiramos hondo e intentamos salir de casa como y cuando «podamos».
Piensas que tu hijo de 3 años, te está poniendo a prueba continuamente, que no hace lo que quieres por que sí, por simplemente llevarte la contraria….?
No familias, siento decirte que los niños son muy hábiles sí! pero que no están tramando ninguna conspiración. La etapa de los tres es así, vivimos montados en una montaña rusa cada día. Ellos están aprendiendo, explorando, el niño está descubriendo los límites del entorno, diferenciando lo que es correcto de lo incorrecto, lo que se puede y lo que no se puede hacer. Somos nosotros los adultos los que tenemos que hacer un trabajo de guía y ayuda, a menudo me veo repitiéndome a mí misma en silencio «tienes el control» » tu tienes el control»
¿Lo sientes identificado/a?
Bienvenido al club de los tres años! Creo (hasta lo que he vivido) que no hay una edad milagrosa de la infancia que puedas decir esta es la más «fácil» todas tienen sus cosas bonitas sus menos bonitas y sus aprendizajes.
Lo que estoy aprendiendo de mi hijo de tres años
1.- Es divertido
«Yo soy un hombre serio, no me entretengo con tonterías!» El principito.
Mi niño de 3 años me está enseñando a no tomarme la vida tan en serio, a dejarme llevar, a disfrutar de las pequeñas cosas. Los niños son muy divertidos! pueden reírse a carcajadas por una cara graciosa, un ruído sospechoso o por cualquier tontería que a nosotros adultos nos pasan desapercibidas. Cuando tienes un hijo recuperas o redescubres ese payasa/o que todos llevamos dentro.
2.- Sin vergüenza
No le importa lo que piense la gente! A mi niño de 3 años no le importa si su ropa está sucia, si va a la moda o con un calcetín de diferente color en cada pie. Él cree en sí mismo y hace lo que quiere en cada momento.
Siempre he sido una persona muy vergonzosa, y esa faceta «sin vergüenza» de mi hijo me está enseñando a dejarme llevar, a no pensar en el que dirán simplemente a disfrutar.
3.- Cariñoso
Mi hijo me ha devuelto el entusiasmo a mi vida. Levantarse por la mañana con esa alegría y ganas de hacer, de jugar, de darlo todo en cada cosa que hace, así quiero ser yo.
No hay nada tan bonito como esos abrazos que me recargan a cualquier hora del día, esos «mamá te voy a querer siempre siempre». Soy consciente de que ésto no siempre será así por esto intento no perder la oportunidad de dar y recibir miles de abrazos y besos y de dar lo mejor de mi que es mi presencia en esta etapa.
4.- Curioso
Mi niño de 3 años tiene la capacidad de estar presente que yo perdí hace tiempo y que gracias a él estoy recuperando. El es curioso, quiere saber todo lo que pasa a su alrededor, le interesa la luna, quiere saber por qué se infla el bizcocho en el horno, o porque mamá tiene el periodo todos los meses. Esas ganas de aprender y esa naturalidad con la que todo lo viven es contagiosa.
Estoy aprendiendo mucho de las nubes, las hormigas, y en general de todo lo que se cruza en mi camino! uno siempre tiene que estar preparado a los ¿y por qué? de un niño de tres años.
Podría hacer una lista más larga de todas las cosas que estoy aprendiendo de mi niño de 3 años. Me cuentas que es lo que estás aprendiendo tu de tu hijo?
Gracias por tu visita y comentarios.
Nota: He estado dudando durante un tiempo en publicar contenido sobre maternidad, mi hijo ocupa una parte importante de mi vida y por eso he decidido plasmarlo aquí, un poco con el afán de que otras mamis que me leéis podáis hacer lo mismo y este espacio sea eso un lugar para poder sacar todo lo que llevamos dentro.
Deja una respuesta